En la Argentina existen más de 130.000 ha destinadas a la citricultura, siendo las principales provincias productoras Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Es el único país del mundo que tiene un programa preventivo de la enfermedad que incluye sistemas de vigilancia, acciones de fiscalización y control en rutas y en pasos fronterizos, campañas de difusión, concientización y actividades de capacitación.
Esta producción se ve amenazada por una plaga llamada Huanglongbing (HLB), la enfermedad más destructiva de los cítricos a escala mundial, que muestra un preocupante avance en el continente americano (Brasil, México, Paraguay, Estados Unidos y Centroamérica) con graves consecuencias económicas y sociales.
Desde 2009, funciona, bajo la órbita del Ministerio de Agricultura de la Nación, el Programa Nacional de Prevención del HLB, ratificado por la Ley 26.888, que busca evitar el ingreso y establecimiento en el país de esta plaga.
El Programa involucra el accionar conjunto y coordinado de instituciones públicas y privadas como el Senasa, el INTA y el Inase, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), los gobiernos de las provincias citrícolas, y asociaciones y cámaras de productores y exportadores de citrus.
En tanto, el Senasa encabeza una unidad de coordinación interinstitucional -formada por los organismos mencionados- que establece las líneas de acción estratégica y prepara los planes operativos.
Además, el plan incluye un sistema de vigilancia para la detección precoz en toda la superficie de producción citrícola del país, acciones de fiscalización y control en rutas y en pasos fronterizos, campañas de difusión y concientización y actividades de capacitación.
El trabajo se basa en un sistema técnico científico en el que el INTA y la Eeaoc desarrollan tareas de investigación para prevenir la enfermedad y el control del insecto vector y aportan sus laboratorios, especialmente fortalecidos, para el análisis de todas las muestras del sistema de vigilancia.